El sexo en la edad de la oscuridad, rompamos con ello.
Queremos tratar en este artículo sobre algunos de los problemas a los que nosotros, los hijos de la edad oscura, nos enfrentamos. Es decir, a hablar sobre los mensajes que hemos recibido siendo niños, sobre el sexo y como debíamos vivir esa sexualidad. La mayoría de los niños, por ejemplo, se dan cuenta a una edad muy temprana y a través de sus propios tocamientos y la masturbación, de la sensación placentera que esto proporciona, el problema: los mensajes negativos e incluso amenazadores que coartaban el seguir haciéndolo.
La mayoría de las religiones intentan regular el sexo con leyes que dicen como, cuando y para que ha de ser practicado, y en caso de no seguirlas, de los castigos divinos que tendrá quien los desobedezca. Nuestros cuerpos no realizan ningún juicio moral sobre el sexo, pero muchos de nosotros absorbemos la visión de nuestras creencias religiosas o de nuestros padres, y crecemos con el pensamiento de que sexo es malo siempre y cuando se practique fuera de las directrices que te han marcado.
No es nada fácil borrar las lecciones de una generación anterior en una o dos décadas, y como resultado, muchas personas viven con un gran sentimiento de culpa por ello y de remordimientos de conciencia porque creen firmemente que lo que hacen es malo porque no están casados, porque no están procreando, porque lo hacen por placer, porque lo hacen con personas de su mismo sexo, etc….
Otra característica que asociamos al sexo es la vergüenza, puesto que muchos aprenden desde pequeños que no debemos tocar nuestros genitales, ni hablar de ellos, ni ver cuerpos desnudos.
Entre las distintas personas con las que en AMON TANTRA trabajamos con nuestros masajes tántricos, encontramos muchísimas impresiones negativas unidas a su sexualidad y sus propios órganos sexuales. Por ejemplo, su propia desnudez, erecciones involuntarias y eyaculaciones prematuras pueden hacen que los hombres se sientan inseguros o incluso avergonzados, etc. Aunque quizá pensemos que esto no es actual, la mayoría de nosotros aún llevamos esos prejuicios dentro.
El despertar sexual
A diferencia de los tántricos orientales, llegamos a nuestro despertar sexual torpe y temerosamente. Muchos de nosotros nunca nos damos cuenta, incluso después de años de relaciones sexuales, de todo el potencial posible existente en la unión sexual.
La aplicación de los principios tántricos puede borrar las cicatrices causadas por nuestra historia sexual, tanto personal como cultural. Una y otra vez lo hemos comprobado con nuestros clientes, que con nuestros masajes tantra les ayudamos a redirigir toda esa negatividad acumulada a los niveles más profundos y poco a poco les enseñamos a vivir una sexualidad plena, a redescubrir su cuerpo, a sentirse bien consigo mismos, a disfrutar sin prejuicios y a vivir con plenitud y armonía todo lo que nuestra sexualidad nos ofrece.
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